Una comida que era importante a mí durante mi niñez era magdalenas. Era una tradición
entre mi madre y yo para hacer las magdalenas. Fue algo que hicimos juntos. Después de una semana de escuela para mí y trabajo para mi mamá era algo que podíamos alegrarnos de antemano. Mi mamá cree que tuvimos que hacer la masa de la nada, sin ayuda de una mezcla se vende en una tienda. Vi los ingredientes en la mesa listos a usar; los huevos, leche, harina, mantequilla, azúcar, y las frutas frescas. Me gustaria mezclar la masa con mis manos, sintiendo los ingredientes suaves resbalar por mis dedos. Recuerdo que no se permitía romper los huevos, porque estaba sucio. El sonido de la batidora eléctrica señaló mi parte favorita. Mi madre me permite poner la mezcla en los tazos de papel; usualmente, utilizado tazas rosadas. Yo escápe la cocina antes del tiempo para limpiar y en minutos tardes yo podía oler los arándanos y azúcar llenó el aire.
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