Thursday, November 4, 2010

“İHola!Estoy aquí!” yo dije cuando abrí la puerta a mi casa. Tiré mi mochila en el suelo y cerré la puerta. “Ese es muy raro,” yo estaba pensado cuando nadie respondió. “İHola! Estoy en casa!¿Hay alguien aquí?” yo dije otra vez, pero no estaba una respuesta. No sabía qué estaba pasando hasta vi una carta encima de la mesa de comedor. La leí, “Hola hija. Sabemos que esto es con poca antelación pero decidimos que necesitamos una vacación. Por eso estábamos montando un avión ahora a Florida y luego vamos a montar un barco desde Florida hasta las islas del Caribe. Hay comida en el refrigerador y dejamos una tarjeta de crédito en la mesa para ti. No te preocupes hija. Te amamos y vas a divertirte. Abrazos y besos. “ Me quedaba allí por un momento en susto. Ellos, mis padres, probablemente estaban en un avión ahora o posiblemente ya estaban en una isla en el Caribe y yo estaba en mi casa sin padres y sola. Sí, tuve su tarjeta de crédito, pero si yo gastara mucho dinero mis padres estarían muy enojados. Estaba sola en mi casa con una tarjeta de crédito que no debía y no podía usar porque si la usara mis padres estarían muy enojados y casi si quería usarla no tenía una manera para manejar al centro comercial o una tienda. Día numero uno, dos, y tres: estaba sola con mucha comida y no necesité usar la tarjeta de crédito. Día numero cuatro: todavía estaba sola pero los víveres estaban disminuyendo. Día numero cinco: se estaban agotando los víveres y yo estaba preacupada. Pero, este día mis padres regresaron y justo a tiempo. Sólo la pasta quedó. Cuando los vi estaba rebosante de alegría.

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