A pie de la letra, este cuento no es la verdad.
Sin importarle un comido yo decidí rebozar mi pelo con la tintura de rubia oxigenida y yo estaba tentada darse por la bebida con mis amigas para mostrar mi pelo Nuevo. A primer yo pensé que esta noche sería divertida, pero fue horrible. Los viejos y las mujeriegos trataron conquístarme, acaríciame, o traerme al traste. Así armarla, yo balaceé mi pie en sus entrepiernas. Después yo puse una alforja en sus cabezas. Como una antorcha humana…yo fui en fuego, invencible.
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