Mi
hermano Kenyón siempre quiere un cuy. Nosotros ya tenemos dos gatos pero Kenyón
quiere un cuy mucho. El prometió que cuidaría el
cuy y lo daría comida, limpiaría la jaula, y jugaría
con él. Mi madre finalmente se puso de acuerdo a conseguir el cuy. Fuimos a la
tienda de mascotas y fuimos a la sección de cuy. Kenyón corrió enfrente del
resto de nosotros y presionó su cara contra la jaula. Señaló a un cuy que era el
más pequeño de todos los otros cuy. El cuy era blanco, anaranjado, y negro.
Compramos el cuy y una jaula y comida para él. Lo trajimos a la casa y
configuramos la jaula en el dormitorio de Kenyón. Kenyón acarició el cuy muchas
veces durante el día. Kenyón empezó a portarse muy mal, sin ninguna razón. El
no hizo la tarea y no jugó con los amigos y sólo acarició el cuy. Mi madre pensó
que el cuy era una influencia mala y no quería el cuy dentro de la casa. Ella
dijo Kenyón que el cuy necesita ir. Pero Kenyón gritó y se negó la solicitud de
mi madre. El cuy oyó la conversación de mi madre y Kenyón y se levantó de Kenyón
y se incorporó en las piernas traseras y miró a Kenyón. Los ojos de Kenyón se
convirtieron en blanco y una expresión como un zombi asumió su cara. Mi madre
gritó y se convirtió y corrió fuera del dormitorio. Kenyón persiguió a mi madre
y el cuy también. El cuy era en control de Kenyón! Yo oí la conmoción de Kenyón
y mi madre y el cuy. Yo corrí a ellos y tropecé accidentalmente. La próxima cosa yo sabía, estaba en mi cama. Era
un sueño.
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