Había una vez había una fiera sexi
llamada Mathan Song, empapado en la sangre de los inocentes y las lágrimas de
las chicas de la discoteca con Mitch. Los garrotazos dolían. De repente, un
hombrecillo de la calle lloró. A la vez el mono asesino famoso estaba volando a
Suramérica para escapar de la escena del crimen. ¡De repente! El fuego
encandilaba al mono asesino enfrente de la policía...de repente. Mathan Song
estuvo somnoliento porque estaba bailando con las monjas de la calle durante 17
horas. Las chicas son tan quisquillosas porque Mathan no tiene las facciones
viriles, como Nathan ¡ONG!. De repente, todas las personas fueron al sanatorio
en el espacio exterior con las sanguijuelas que chupan Jell-O. De repente, un
gesto misterioso de Mathan Song trastornó al mono asesino.
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