El cuento siempre dice que la rana siempre se transforma en un príncipe pero esa vez fue diferente porque fue el contrario… en un burro. El, que se llama Pedro, estuvo furioso. El dijo, “Yo no quiero estar un burro… Los burros chupan!” El estaba pisando fuerte con sus cascos y le dio un berrinche. El tenía la maldita costumbre de hacer un mohín. El empezó a caminar y poco después llovía. Ahora él tenía frío y estaba enojado. El próximo día se despertó y encontró una chica muy bonita. A él le gustó ella mucho y pensaba que ella fue la más bonita de todas mujeres del país. Pedro estaba enamorado de la chica y quiere mucho estar un príncipe no un burro. A la chica le gustaba Pedro el burro y lo llevó a la casa de ella. Pedro pidió hablar con ella, pero no pudo porque es un burro. Después de un año Pedro todavía era un burro y vivía con la chica que se llamaba Bella. Una noche cuando Pedro fue a dormir en el establo él se sintió muy extraño, el fue un hombre! Pedro corrió a la casa de Bella y le dio un beso muy grande. Bella estaba muy feliz porque durante el año pasado ella se enamoró de Pedro. Es un final feliz…yay.
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